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Déjese de cuentos… Usted es libre de Compulsión o Adición por Comida…
La adición puede estar asociada con trastornos alimenticios como atracones compulsivos de comida, bulimia nerviosa y anorexia nerviosa, porque en este caso el cuerpo humano reacciona de la misma forma ante determinadas drogas como ante determinados alimentos.
En un artículo publicado en el sitio wed: FOOD TODAY se trata de dejar por asentado la diferencia entre “las ansias de comer y la adicción por las comidas” por lo que definen las ansias de comer como un intenso deseo de consumir un alimento en particular, resultando difícil resistirse. Este episodio es más cotidiano y común que las mismas adicciones porque ocurre en la mayoría de las personas alguna vez durante sus vidas sin llegar a calificarlas como un trastorno psicológico de la alimentación, sino de deseo o ansias por la comida.
¿Por qué se le cataloga a las ansias de comer como adicción?
Se confunden estos conceptos cuando se comparan las reacciones químicas del cerebro de personas que se alimentan desequilibradamente, con las reacciones químicas de personas que consumen droga. Por ejemplo, el consumo repetido y excesivo de azúcar sensibiliza los receptores de la dopamina en el cerebro, la misma sustancia que se activa cuando usamos drogas. La dopamina es la sustancia que nos hace sentir placer, y que al igual que en las comidas y en las drogas, también se activan por la belleza, el arte, la música, el sexo y por los ejercicios, que hasta ahora son actividades que la mayoría de las personas disfrutamos sin catalogarlas como adictivas.
Gracias a esto queda en evidencia que se usa la generalización al hablar de deseos fuertes por determinados alimentos comparándolos con trastornos alimenticios graves como la bulimia y la anorexia.
Calificar a una persona como adicta a un determinado alimento sin antes hacer estudios pertinentes de manos de personal calificado, es irresponsable y poco profesional, porque un calificativo inapropiado puede limitar e impactar negativamente (etiquetar) la vida del individuo.
El doctor Lair Ribeiro (1995), dice que en los casos de ansiedad o deseo por determinados alimentos, la parte cortical del cerebro parece no tener control y que muchas veces se debe a un “error en la programación de nuestro cerebro” que en determinado momento de la vida se instauró.
El autor dice que el cerebro tiene una forma de asociar los alimentos en cuento a su apariencia, sabor, olor, tamaño, color y hasta lo relaciona con algún momento en la vida del individuo que fue determinante y crucial para este. La codificación se instala en la memoria permanente y es por eso que muchas veces un olor, sabor, etc., nos trae a acotación momentos determinados de nuestras vidas.
Comer es una conducta compleja que involucra la parte física, emocional, y hasta cultural de un individuo, por lo que los cambios en el comportamiento de las personas con respecto a la alimentación deben ser trabajados desde la misma complejidad.
Entonces, quedando entendido que es más apropiado el término: “ansias por comer” sabemos que tenemos el control en nuestras manos, sólo hay que estudiar las causas que desencadenan estos episodios de apetito incontrolable e interesarnos por encontrar las mejores estrategias para nosotros mismos.
Para el estudio de nosotros mismos hay muchas opciones a nuestra disposición...
Nadia Lucía Almeida Molina
04167221869
Déjese de cuentos… Usted es libre de Compulsión o Adición por Comida…
La adición puede estar asociada con trastornos alimenticios como atracones compulsivos de comida, bulimia nerviosa y anorexia nerviosa, porque en este caso el cuerpo humano reacciona de la misma forma ante determinadas drogas como ante determinados alimentos.
En un artículo publicado en el sitio wed: FOOD TODAY se trata de dejar por asentado la diferencia entre “las ansias de comer y la adicción por las comidas” por lo que definen las ansias de comer como un intenso deseo de consumir un alimento en particular, resultando difícil resistirse. Este episodio es más cotidiano y común que las mismas adicciones porque ocurre en la mayoría de las personas alguna vez durante sus vidas sin llegar a calificarlas como un trastorno psicológico de la alimentación, sino de deseo o ansias por la comida.
¿Por qué se le cataloga a las ansias de comer como adicción?
Se confunden estos conceptos cuando se comparan las reacciones químicas del cerebro de personas que se alimentan desequilibradamente, con las reacciones químicas de personas que consumen droga. Por ejemplo, el consumo repetido y excesivo de azúcar sensibiliza los receptores de la dopamina en el cerebro, la misma sustancia que se activa cuando usamos drogas. La dopamina es la sustancia que nos hace sentir placer, y que al igual que en las comidas y en las drogas, también se activan por la belleza, el arte, la música, el sexo y por los ejercicios, que hasta ahora son actividades que la mayoría de las personas disfrutamos sin catalogarlas como adictivas.
Gracias a esto queda en evidencia que se usa la generalización al hablar de deseos fuertes por determinados alimentos comparándolos con trastornos alimenticios graves como la bulimia y la anorexia.
Calificar a una persona como adicta a un determinado alimento sin antes hacer estudios pertinentes de manos de personal calificado, es irresponsable y poco profesional, porque un calificativo inapropiado puede limitar e impactar negativamente (etiquetar) la vida del individuo.
El doctor Lair Ribeiro (1995), dice que en los casos de ansiedad o deseo por determinados alimentos, la parte cortical del cerebro parece no tener control y que muchas veces se debe a un “error en la programación de nuestro cerebro” que en determinado momento de la vida se instauró.
El autor dice que el cerebro tiene una forma de asociar los alimentos en cuento a su apariencia, sabor, olor, tamaño, color y hasta lo relaciona con algún momento en la vida del individuo que fue determinante y crucial para este. La codificación se instala en la memoria permanente y es por eso que muchas veces un olor, sabor, etc., nos trae a acotación momentos determinados de nuestras vidas.
Comer es una conducta compleja que involucra la parte física, emocional, y hasta cultural de un individuo, por lo que los cambios en el comportamiento de las personas con respecto a la alimentación deben ser trabajados desde la misma complejidad.
Entonces, quedando entendido que es más apropiado el término: “ansias por comer” sabemos que tenemos el control en nuestras manos, sólo hay que estudiar las causas que desencadenan estos episodios de apetito incontrolable e interesarnos por encontrar las mejores estrategias para nosotros mismos.
Para el estudio de nosotros mismos hay muchas opciones a nuestra disposición...
Nadia Lucía Almeida Molina
04167221869