Etiquetas


¿De quién es la responsabilidad?

 
Soy de contextura gruesa, siempre he sido gordo (a), mi familia sufre de sobrepeso, tengo problemas hormonales, tengo tendencia a engordar, mi mamá es gorda, es que mi ritmo de vida no me deja tener hábitos saludables, vivo más en la calle, nací gordo y tengo el gen de la gordura, tengo el metabolismo lento, etc.
 
 
Es decir: ¡EL SOBREPESO NO ES MI RESPONSABILIDAD!

 
Lejos de querer juzgar la forma en que muchas personas se expresan de sí mismas, quiero que nos quitemos las etiquetas que nos condenan a una vida de inconformidades por lo que somos, y desdichas por la vida (y el cuerpo) que tenemos.

 
Respeto e investigo acerca de todos los factores que producen la obesidad y el sobrepeso en las personas, y comprendo enormemente que muchas veces tratamos de refugiar nuestras frustraciones de tener un cuerpo que no corresponde a nuestros deseos, en las frases que yo llamo “escondite de la realidad”.

 
Comprendo que miles de veces lo hemos intentado infructuosamente, que no encontramos la manera de alcanzar un cuerpo delgado y saludable, que las cosas se nos ponen cuesta arriba … Soy un ser humano igual que cualquiera, y comprendo con propiedad porque muchas veces, en medio de un fracaso y otro busqué aliviar mis angustias a través de un “escondite de la realidad” diciendo que es simplemente imposible, que no está destinado para mí, tal y como la fábula del zorro y las uvas; cuento popular, en donde el zorro, después de muchos intentos por alcanzar un racimo de uvas, terminó diciendo que no las quería porque estaban verdes…

 
Sí resultase verdad que: soy de contextura gruesa, siempre he sido gordo (a), mi familia sufre de sobrepeso, etc., ¿qué podemos hacer con estas realidades? Tenemos dos opciones; la primera es usar esas etiquetas para esconder nuestra falta de motivación, deseo y convicción en un cuerpo con sobrepeso y desatendido. La otra opción es que podemos ver la realidad como nuestra responsabilidad y “hacer” todo lo que esté a nuestro alcance para llevar un estilo de vida saludable, y placentero desde la aceptación por nuestro cuerpo, y nutriéndonos positivamente.

 
Resulta que sí tengo la predisposición a comer poco y a engordar; ¿Qué podemos hacer? Podemos investigar acerca del metabolismo, visitar a un buen endocrino y hacernos diversos exámenes para estudiar la condición neuroquímica de nuestro cuerpo, podemos investigar en internet acerca de alimentación, ejercicios, de cómo incorporar buenos hábitos de salud, visitar un internista, podemos ser nuestros propios investigadores, conocer nuestro cuerpo y su funcionamiento, CONOCERNOS a nosotros mismo… en fin HACER todo lo que esté en nuestras manos para llevar esta condición exitosamente, y que nuestro cuerpo esté delgado y saludable, gracias a nuestra diligente investigación de las causas tanto psicológicas como ambientales (comportamiento y hábitos).

 
Sí llevo un estilo de vida muy atareado, vivo en la calle, mi rutina y mis obligaciones no me dejan estar delgado, ¿Qué podemos hacer? Comprendamos que sí nos cuidamos a nosotros mismos, y dedicamos parte de nuestra rutina a procurar una alimentación balanceada y alguna actividad física, podemos ser más productivos en nuestras exigencias diarias, podemos rendir más en nuestras obligaciones, tener más vida, mitigar el estrés, y por su puesto, estar más sano y vigoroso. Entonces, suplamos ciertas actividades que nos restan vigor y tiempo, por aquellas que nos suman vitalidad y energía… Escojamos muy bien nuestras actividades diarias, carguémonos sólo de la cantidad de actividades que sepamos que podemos llevar desde la salud física y mental, y por su puesto, tengamos en la mente la premisa de que si nosotros mismos estamos bien, lo demás también estará bien.


Hay alternativas, hay soluciones, hay formas de lograrlos, sólo hay que buscarlas y adaptarlas a lo que a nosotros nos sirve.


Un ejemplo que recientemente me ha llegado muy de cerca al pertenecer un a un grupo creado en Facebook: “Niños autistas… Ángeles en la tierra” es el tesón de los padres que viven el diagnostico de hijos con condición de autismo (condición irreversible en la vida de un individuo). Estos padres, luego de vivir el duelo de sus frustraciones y decepciones se dan a la tarea de conocer, investigar y procurar lo mejor para sus hijos. Se vuelven maestros en la búsqueda de soluciones y oportunidades movidos por el amor incondicional de un padre hacia su hijo.

Veamos este ejemplo como una salida a nuestras etiquetas; que bien nos sirvieron, nos consolaron, pero son totalmente reversibles y solucionables. Digamos que nosotros mismos nos vamos a cuidar con el amor incondicional que sólo un padre puede sentir por nosotros, defendamos nuestras necesidades, así como sabemos que una madre del mundo (animal o humana) defiende a sus crías, y hagamos de la salud y el peso ideal nuestras próximas etiquetas, nuestros próximos refugio, nuestro próximo éxito.


¡Somos normales!; no padecemos la peor condena del mundo, sino que el peso ideal y la salud es algo que requiere nuestra atención y nuestra dedicación, y debemos aprender a vivir en salud, armonía, saber cómo comer, cuándo comer ciertos alimentos, entender nuestro cuerpo, nuestras necesidades emocionales, comprender que el dulce y las cosas “ricas” las podemos comer si somos estrategas en cuanto al momento, cantidad y forma en que se come….
 
Hay mucho por saber y hacer en nuestra vida, ¿cierto? Manos a la obra, seamos maestros en la investigación y acción para definir de una vez por todas, qué es lo que voy hacer con lo que soy ahora.

 
En BALANZA PARA LA BALANZA te ayudamos a tomar consciencia de tu poder infinito, te ayudamos a formar las estrategias de vida y salud, y obtienes todas las herramientas para que seas el ganador valiente que asume su cuerpo