Vamos…. A lograrlo!

 
El bienestar, un estilo de vida saludable, un peso ideal, un cuerpo vigoroso, una mejor actitud ante la vida, más calma, más prosperidad, amor, familia… Cuántas cosas queremos a lo largo de nuestras vidas. Unas se logran, pero otras quedan escondidas bajo el anhelo,  la queja  (por no obtener lo que se quiere) o de la autocrítica (por no atreverse a realizarlos)... También hay personas que parecieran esperar la llegada de algo mágico, fortuito o de buena suerte para que satisfaga sus deseos, cediendo su propia responsabilidad de vida.
Pero si nosotros somos los responsables de que las cosas ocurran o no, qué estamos esperando? Manos a la obra… El Dr. Lair Ribeiro dice: “Intención sin acción es ilusión”, y yo le agrego a esto, que si valoramos los pasos que damos hacia nuestra meta, por pequeños que sean, estamos respetando el camino y a nosotros mismos, porque si mantenemos el rumbo hacía aquel “lugar ideal” en el que queremos estar, y hoy caminamos menos que ayer, no importa, porque igual caminé hacia allá… todos los días sale el sol, valoro y enaltezco lo que estoy haciendo ahora mismo por mi…
Ok, sabemos que no es tan fácil, porque sino desde cuando lo hubiéramos hecho; ya lo hemos intentado, y no encontramos la forma de lograrlo, cuántas dietas, cuantos sistemas nuevos, cuantas ideas se me han venido a la cabeza y nada, sólo me queda la frustración de no lograrlo. Pero… “Fracasar no es el final, si lo hago punto de partida para otro comienzo” (Magaly Patiño).
El primer paso para arrancar es planificar! Los sueños son METAS con alas (libro: Si no está roto rómpalo), así que a estructurar esos sueños y esos deseos con papel y lápiz; vamos a pasar nuestras ideas al plano físico desde ya, comenzando con la agenda, luego, lo demás vendrá poco a poco, cada día.
Cuando nos permitimos conocernos, podemos identificar con claridad nuestros propios saboteadores, y conocer muy bien nuestras fortalezas y virtudes, convirtiéndolas en una maravillosa caja de herramientas que nos ayudará incondicionalmente a construir nuestro futuro. Una vez que nosotros hayamos identificado nuestros saboteadores internos y tengamos a la mano nuestra caja de herramientas para salir victoriosos ante sus apariciones, lo que queda es estructurarnos, ser constantes y muy estrategas de nuestro propio éxito de vida y salud.