3 mitos acerca de cómo adelgazar


MITOS Y VERDADES ACERCA DE CÓMO ADELGAZAR

Mito # 1.

El mito que más cuesta desenmascarar en cualquier parte del mundo, quizá sea el del gran mercado de “productos milagrosos para adelgazar”.



Las personas, en sus frustraciones aprendidas, o incluso, en sus deseos de resultados sin esfuerzos, le atribuyen poderes mágicos a las píldoras, merengadas y suplementos, amparados por hasta imperios organizados, que para vender y obtener grandes beneficios monetarios usan lo que yo llamo la estrategia preferida para el engaño, que es la publicidad a través de mensajes testimoniales, en donde personajes muchas veces de alta influencia social recomiendan los productos desde diferentes enfoques comerciales, indicando muchas veces  que los productos son indispensables para nuestra salud, porque nosotros a través de nuestra alimentación no podemos cubrir los requerimientos nutricionales de nuestro cuerpo, o el más llamativo “adelgace YA!”.

Muchas veces esperamos que la báscula en una semana se incline a nuestro favor, ocasionando en nuestro cuerpo desordenes químicos devastadores usando productos que en lugar de buscar el equilibrio en nuestro sistema, nos perjudican, pero lo que nos interesa es adelgazar YA!.

Por queé cedemos tanto poder a los “Productos milagrosos”?

Exponemos a nuestro cuerpo a diversos cambios y alteraciones tal y como un ratón de laboratorio, sin considerar las consecuencias.

Tenemos tan poca fe en la capacidad de recuperación y en la capacidad innata de nuestro cuerpo o en nuestros talentos, que más bien buscamos obstruir su trabajo natural con composiciones químicas que muchas veces resultan panaceas.

El cambio hacia la salud se hace desde la consciencia, y cediendo todo el poder a estos productos, merengadas y suplementos, no hacemos el cambio profundo, no llegamos a conocer a nuestro cuerpo, no nos hacemos capaces de construir estrategias que nos ayuden a mantenernos en salud por el resto de nuestras vidas.

Mito # 2.

Tengo el metabolismo lento: Muchas veces el decir “tengo un metabolismo lento” es sólo nuestra forma de justificar nuestra manera desordenada de comer.

Esto quizá cause reacción adversa en muchas personas, pero esta aseveración la baso en una investigación realizada por la cadena televisiva BBC, que elaboró un documental basado en dos años de trabajo involucrando a científicos, médicos y expertos en nutrición de más de 20 universidades, centro de investigación y hospitales del Reino Unido.

En estas investigaciones se le practicaron diferentes tipos de exámenes biológicos a un grupo de personas, que se autodefinían como personas de metabolismo acelerado y otras de metabolismo lento.

Los resultados del estudio fueron totalmente claros. Las personas que afirmaban tener un metabolismo lento, tenían mayor ingesta calórica que las personas que decían tener un metabolismo acelerado, y sus metabolismos no mostraba ningunas diferencias. Simplemente si comes de más y comidas copiosas en grasas o azúcares, acumulas más peso.

Haz un simple ejercicio que te puede ayudar a dar tu primer paso hacia el cambio de consciencia; este ejercicio consiste simplemente en anotar lo que comes durante el día, y cuánta hambre tenías en ese momento. Esto te permitirá ser franco contigo mismo y comprender un poco el lenguaje de tu cuerpo, entender que no es cuestión de metabolismo, sino de conductas y emociones.

¿Cuántas veces picoteas sin hambre? ¿Por qué? ¿Qué emoción sentías en ese momento?
Lo más importante es que si tú realmente consideras que comes poco y no adelgazas, debes tomar en cuenta aspectos más profundos. Consulta a un médico, un endocrino, o un nutricionista que te ayude a evaluar tu estilo de alimentación y corregir estratégicamente aquello que te mantiene con sobrepeso. Recuerda que las dietas restrictivas suelen bajar los niveles de leptina (hormona quema grasa) y sí ponen lento el metabolismo porque se activa un sistema de ahorro de energía acumulando las calorías consumidas y no dejando quemar las acumuladas.

Mito # 3.

Las dietas funcionan: Se ha demostrado que el 75% de las personas que hacen dieta han recuperado el peso que “perdieron”, más el efecto rebote les ocasiona aumentar unos kilos de más por encima del peso inicial.

 

¿Esto por qué?

Muchas veces las dietas no están basadas en cambios graduales de hábitos, y tampoco se basan en el punto de partida más importante: “las rutinas y las costumbres más arraigadas de las personas”.

Para ilustrar este hecho les comentaré una referencia que hace poco toqué en consulta: es el relato de una señora que en lugar de rebajar de peso con una dieta diseñada por una nutricionista, aumentó de peso.

Entre las indicaciones que la nutricionista le recomendó, estaba la de las meriendas a media mañana, y la señora jamás picoteaba ni tampoco tenía hábito de hacer meriendas. Ante este choque de la dinámica de la dieta con el estilo de alimentación de la señora, ella protestó, diciéndole a la nutricionista que ella se conocía, y que sabía que si se comía una galleta a las 10:30 am por ejemplo, no iba a comer a la hora del almuerzo, pero la nutricionista insistió de tal forma en su método, que la señora finalmente accedió.

El descontrol de los horarios de alimentación de la señora fue tan grande, que no rebajó, sino que a parte de abandonar el régimen frustrada, aumentó unos kilos de más.

Ojo, con esto no quiero decir que las meriendas son malas. Por el contrario, una de las recomendaciones que hago constantemente es implementar pequeñas meriendas que ayuden a reponer la composición bioquímica de nuestro cuerpo, nos mantenga saciados por los periodos restantes hasta las próximas comidas, y nos ayude a mantener controlados los episodios de ansiedad. Pero, por encima de esta recomendación está la más importante premisa de Balanza para la Balanza, y es que cada ser humano es único, inigualable, y que la clave del éxito de un plan de adelgazamiento y cambio de estilo de vida, es el autoconocimiento, además de tomar en cuenta el contexto, para diseñar estrategias personalizadas y por tanto infalibles. A todo esto le sumo la actitud, la astucia y la perseverancia.

Por eso, una de las diferencias de éxito de Balanza para la Balanza, es que desde el primer encuentro el participante asume el control, y yo le acompaño durante su reto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario